ANESTÈSIAME...que me duele...
domingo, 25 de diciembre de 2011
GATITA EN ADOPCIÓN - AYUDA URGENTE -
lunes, 1 de agosto de 2011
Un ser en la Tierra
Todo eso cambió. Y ahora ya nada es igual. Sin embargo, ser bueno no basta. Intentarlo no es aceptable. Hay que nacer ángel en la Tierra para poder transmitir toda esa paz, para calmar en los momentos de más agitación, para aliviar donde no hay consuelo.
A veces me desoriento pensando en el significado de las cosas del mundo que conocemos. Muchas otras, me siento inmensamente afortunada por estar donde estoy. Sea cual sea mi estado anímico, hay un ser en este planeta que sujeta mis pies a la tierra.
Me pregunto si es posible conservarlo para toda una vida. Pienso que tal vez es muy egoísta por mi parte dado que no abundan.
domingo, 31 de julio de 2011
Sachsenhausen
Tal vez para otros las vacaciones ideales pasan por una playa con palmeras y aguas claras. Para mi no, los hechos acaecidos durante la II Guerra Mundial siempre han inquietado mi ser, siempre me han atraído y siempre me hacen llorar. Es por eso que decidí pasar mis vacaciones en Alemania. Visitar Berlín y palpar la historia. Ir a Hamburgo y estremecerme con los daños aún hoy visibles de la Operación Gomorra.
Se dice de Sachsenhausen que no fue concebido como un campo de concentración para el exterminio en masa como lo fue Auschwitz. A mi esta afirmación me deshace el alma. Pues hacer diferencias a este nivel entre campos de concentración me parece cuanto menos, atroz. También me parece inquietante que se diga de Sachsenhausen que tenía una pequeña cámara de gas. No creo que el adjetivo pequeña deba usarse delante de lo que sigue después.
La visita al campo de concentración de Sachsenhausen requiere un mínimo de 6 horas. El campo queda a 20 minutos en tren de Berlín. Y posteriormente hay que caminar durante 12 minutos para llegar al lugar. Muchos prisioneros llegaron también en tren y tuvieron que hacer la misma caminata que hacen hoy día los visitantes y turistas.
Es un viaje para dejarse llevar, para cerrar los ojos e imaginarse allí mismo, como un prisionero más, hace 70 años. Es un lugar para mostrar respeto. No es lugar de bullicio. En Sachsenhausen puedes encontrarte a un grupo de jóvenes judíos cantando en coro o colocando velas cerca de la cámara de gas y los viejos hornos crematorios. Si tienes ganas de llorar, llora porque mostrar humanidad es bello.
viernes, 29 de abril de 2011
Mi coche destrozado en un garaje. Historia para no dormir.
Una tarde que debiera de ser como otra cualquiera (luego veréis que no ha sido así) bajo al garaje del edificio para subirme a mi coche y salir a hacer unos recados. Alucino cuando veo el frontal izquierdo de mi coche destrozado y con restos de pintura azul. No tuve que alzar mucho la vista para descubrir que el coche de mi vecino tenía mi pintura roja en todo el lateral izquierdo de su puerta trasera y que su tapacubos estaba hecho añicos. De hecho, restos de éste descansaban a los pies de mi rueda delantera. En mi coche, ni una nota de aviso con un número de teléfono. ¡Para qué si ya había dejado allí su coche como "exhibición"!
Llamo a la Policía Local para que me den indicaciones de cómo proceder en estos casos. El locutor que me atiende no tiene ni idea y me dice que llame más tarde... A ver si por ese entonces hay alguien que pueda resolver mis dudas.
Subo de nuevo a mi apartamento, cojo la cámara y bajo de nuevo al garaje. Lo fotografío todo como si de la escena de un crimen se tratase. Mi coche, el coche "asesino", las plazas de aparcamiento, los trocitos del tapacubos...
Busco el número de teléfono de la Policía Nacional. LLamo. Me dicen que eso es competencia de la Local. Le comento al policía nacional que me atiende que la "local" me ha dicho que "no sabe". El policía me aconseja poner una denuncia en sus oficinas y me aconseja que lleve mis pruebas (léase las fotografías que saqué).
Llamo de nuevo a la Policía Local. Me pasan con Atestados. Éstos me comentan que "no actúan en garajes privados". Ya ha pasado una hora. Mientras tanto, un amigo llama a su amigo que es policía nacional para obtener más información.
Hablo con unos vecinos para averigüar si alguien conoce al propietario del vehículo y/o el apartamento donde vive para ponerme en contacto con él. Nadie sabe nada.
El amigo policía nacional dice que sí, que la "local" puede entrar en el garaje para hacer un parte.
Llamo de nuevo a la Policía Local. Que no... ¡Que no vienen!
Llamo a mi compañía aseguradora. El horario de atención al público finaliza a las 19 horas y son las 20 horas. Lo único que me puede ofrecer la señorita con acento sudamericano que me atiende...es una grúa.
Me dispongo a hacer lo que me había recomendado el policía nacional: ir a poner una denuncia con mis fotografías y todos los datos del coche "atacante" anotados en un papel.
Cuando llego a las dependencias policiales, en la ventanilla hay un policía de espaldas fumándose un cigarrillo. Espero. Me harto y lo llamo. Me atiende muy sonriente. Le explico mi situación. Me comenta que sí, que puedo poner una denuncia por daños pero que claro... en ese instante era mal momento porque había partido de fútbol. SE ME QUEDA CARA DE IMBÉCIL. No se me ocurre otra cosa que responder: - Aaaahhh, ¿pero hoy hay fútbol?. El policía nacional me responde todo ilusionado: - Sí... Madrid - Barça.
Decido irme con mi cara de tonta a otra parte. Antes de salir de allí, el policía nacional me recuerda que "total allí ellos están las 24 horas"... Decido no hacer ningún comentario.
Son las 21 horas. Me he pasado dos horas intentando que una autoridad competente me ayude a resolver mi problema o al menos a indicarme cómo debo proceder correctamente en estos casos. El resultado que obtengo es nulo.
Señores... No me extraña que este país esté cómo está. En él abundan los tontos, los faltos de respeto y faltos de moralidad, los desvergonzados, los descarados, los vagos...
domingo, 14 de noviembre de 2010
Ofelia
¡Hola madrina!:
Muchísimas gracias por pensar en mí y enviarme esa cajita tan llena de cariño. El que sé que sientes por mí. Gracias por pensar en mí; en los "bichitos malos" que ya estarán alejados de mí mucho tiempo gracias a las pipetas y las pastillas; en mi necesidad de jugar, porque todavía soy chiquitina, con el juguete que me has enviado; en mi felicidad al fin... Gracias por hacerme sentir que soy importante para un puñadito de humanos, encabezados por ti, tan lejos y tan cerca a la vez.
Y me dicen los humanos de esta asociación tan rara que te dé las gracias también de su parte por hacerme sentir especial, porque lo soy.
Esta misma semana, tu paquetito me llegará y será un poco como si tú misma estuvieses aquí, conmigo.
Una de mis cuidadoras te enviará noticias mías también, para que sepas cómo estoy y qué hago hoy mismo, ahora mismo...
Muchos lametones, madrina, de mi parte y de todos mis coleguillas gatunos: sin humanos como tú, la vida en la calle sería imposible.